sábado, 21 de mayo de 2011

Sobre The Howl (1968) de Tinto Brass




Anita es una joven estudiante que es encerrada en prisión por estar presente en una manifestación. Su marido la rescata de aquel lugar y le pide casarse con ella.
Pero el mismo día del casamiento ella escapa con un desconocido llamado Coso y juntos viven aventuras tanto surrealistas y como eróticas.




El nombre Tinto Brass estará siempre relacionado con el cine erótico o mejor dicho el cine sexplotation. Si, es cierto Brass siempre fue un director de films eróticos que buscaban desafiar la censura de aquellas épocas (en todo sentido). Un agitador que con el advenimiento y popularidad del cine pornográfico fue perdiendo su lugar hasta quedar convertido, para muchos críticos, en un director que por hacer cine erótico, no vale la pena re veer.
Una pena porque el mundo de Tinto Brass es uno muy interesante. No importaba si era cine arte erótico o comedias eróticas o naziexplotation, Brass siempre tuvo una mirada sobre las criaturas que poblaban sus películas. Esa mirada era la del libre albedrío, de la libertad absoluta, sin censuras, de vivir todos los sueños sin límites sin que importara el resto. Esta forma de ver al mundo lo convierten en capaz uno de los directores mas rebeldes que dio el cine
The Howl junto a Nerosubianco (filmada un año antes) fueron dos de las obras más difíciles de encontrar. No solo ambas fueron censuradas en su época (en especial The Howl o L’urlo) sino que cualquier copia posible fue desapareciendo con el paso del tiempo quedando apenas algunas emisiones en televisión aunque esas versiones eran las más censuradas.
Afortunadamente a principios del anterior una pequeña distribuidora junto a la ayuda de Tinto Brass hicieron lo imposible. A partir de los negativos originales, que el director italiano tenia en su casa, se restauraron estas dos obras aunque con resultados desiguales.

Describir a The Howl es imposible. Algunos pensaran que es una película surrealista, otros que es infantil y tonta, otros que fue producto de su tiempo. Es el conjunto de todas estas cosas que la convierten en adictiva. Eso y Tina Aumont
Acá no importa la historia, ni que los diálogos no tengan sentido, ni que los efectos sean trucos. No, acá lo importante es lograr alguna emoción en el espectador. Es un ataque directo a todos los sentidos y a toda la mente. Es por eso que jamás vamos a terminar de entenderla. Ni siquiera su propio director sabe por que filmo tal o tal cosa. Solo se dedicaba a filmar.
Hay algo que es cierto. Esta película es enemiga de la censura y de todo aquello que sirva como elemento de represión. De ahí que los diálogos no tengan sentido, para Brass el lenguaje es una herramienta para atrapar a las personas.
Lo mismo con argumento no cronológico y surrealista. Hacer una película convencional era una forma de represión y Brass sabia que no podía hacer esto con una historia así.
De hecho el mismo director en una entrevista dijo que lo que quería hacer era una película que captara el ambiente que se vivía en aquella época (hablamos de 1968) y con eso no me refiero a la forma de vestirse o a la música, sino a que un día se despertaba y lo que pasaba en el mundo afectaba a la filmación.
Capaz es por eso que el personaje de Luigi Proietti (que se llama Coso) sea en realidad un demonio pero no en el sentido bíblico, sino como una especie de guía que busca que la protagonista vea como es el mundo fuera de todo sistema represivo que ataca y ataca (El hecho de que al final la protagonista se case con su marido es un chiste irónico que da a entender que la gente es débil ante el sistema y que no pueden liberarse)

The Howl es también un compendio de escenas raras que nos descolocan y de las cuales no sabemos como reaccionar. Por ejemplo luego de la violación de Tina Aumont, hecha por todo un ejército, la vemos caminando semidesnuda mientras se yuxtapone la imagen de un tanque elevando su cañón y de repente aparece la voz de un pato diciendo cosas imposibles de entender
O toda la escena surrealista que ocurre en el hotel donde se viven todos los placeres. Ahí vemos desde incontables personas desnudas, pasando asesinatos de animales, también zoofilia y enanos encerrados, lo cual provoca la desorientación y la famosa pregunta de ¿Qué carajo estoy viendo?

Pero por sobre todo este film es un testamento a la ya fallecida Tina Aumont. La cámara de Silvano Ippoliti la adora y siempre la enmarca o le hace zooms a su rostro para que nosotros nos quedemos asombrados por su belleza (la escena del piano es el máximo ejemplo de esto) ayuda que duramente la mayor parte del metraje aparezca desnuda.
Pero tampoco se queda atrás su compañero el gran Luigi Proietti, gran cómico italiano que acá da muestra de todo su potencial y que en momentos supera a Aumont (de hecho es el lado gracioso de la película.
Capaz al espectador casual le moleste que no haya una narración cronológica o que lo que vean sean aventuras desconectadas entre si y dentro de si mismas. O que no haya una historia romántica entre los dos protagonistas Es esa forma anárquica la que mas llama la atención y que hace que uno quiera verla nuevamente para tratar de entender que es todo esto pero que jamás entenderemos. Lo que importa es dejarse llevar por las imágenes.


Dirección: Tinto Brass
Director de fotografía: Silvano Ippoliti
Música: Fiorenzo Carpi
Con: Tina Aumont, Luigi Proietti


2 comentarios:

  1. Muy interesante, mañana en la noche la veo, ya esta en descarga, me intereso por que films, de Tinto Brass pense que el primero era Caligula y al en contrar este de 1970, me dio curiosidad y buscando sobre el llegue aca. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. La pelicula es en realidad de 1968. Tene cuidado porque la copia que anda dando vuelta es la censurada. Vale la pena igual. Cult epics saco hace poco (yo tengo una copia) una nueva version sin censura pero la calidad de la imagen vario de lo bueno a lo cuasi espantoso.
    Tinto Brass tiene varias peliculas a partir de los 60. Otra que vale la pena ver se llama Nerosubianco.

    ResponderEliminar