jueves, 28 de abril de 2011
...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà (1981) de Lucio Fulci
El sótano de un viejo hotel está construido encima de la puerta al más allá donde deambulan los zombies. Una joven hereda el hotel y decide renovarlo pero terribles "accidentes" ocurren durante las obras. Un pintor muere, el fontanero desaparece y su amigo se rompe el cuello. Ella huye al hospital pero la pesadilla sólo acaba de empezar…
Un creador de imágenes, eso fue Lucio Fulci (1927-1996). Desde escenas terroríficas pasando por escenas poéticas hasta escenas grotescas que eran su fuerte, el cine del director italiano dio un vuelco en la década del ochenta (mas precisamente desde 1979 a 1982) cuando comenzó a filmar películas de zombies creando el famoso subgénero spaghetti zombie (en el cual se mezclaban zombies, delirio y mucho gore). Pero con un concepto e imagen diferentes a la hora de usar a los muertos vivos creados por George A Romero.
Decir que El mas Allá no tiene lógica es absurdo. Fue concebida de esa manera, no tiene lógica, son muchas escenas agrupadas para golpear al espectador constantemente. Y aunque tenga una narración tradicional miles de cosas jamás terminan cerrando, eso no quiere decir que no haya otros argumentos que si cierran pero en líneas generales encontramos lo que se suele llamar como baches de guión que obviamente a Fulci no le interesaba.
Eso de no tener lógica puede chocar si se esta acostumbrado a la narración occidental, la cual siempre tiene una lógica que termina cerrando y luego pensándolo todo es entendible pero Fulci prefiere violentar ese concepto de cine, arrojar escenas de todo tipo para provocar algo en el espectador sin importar la lógica, es el puro caos y eso se refleja en su forma de filmar.
Y una de las características de este director eran sus zooms desquiciados (algo común en el cine italiano) y en este film obviamente no faltan pero si bien eran desquiciados siempre eran con un sentido dentro del marco del film. Si no vean el excelente prologo donde se hace zooms a cada golpe que se le hace al pintor. Y en eso radica un poco la fama que obtuvo ya que se regodeaba, más que ningún otro director, en el gore y en la destrucción del ser humano. De ahí todos sus zooms en cada asesinato, y la cantidad de vísceras que vemos pero mas que nada el gusto que tenia en mostrar el espectáculo horroroso que era la muerte.
Y si sus zombies eran especiales. No se parecen en nada a los americanos. Es este film (y también en los otros tres de que filmo por aquella época) los zombies son en realidad espectros, aunque algunos actúen como los típicos vistos anteriormente pero la mayoría si se nota no están incorporados para comer gente sino que solo asesinan, también diferente es la forma en que suelen ser iluminados, lo cual reafirma esa idea de que son espectros malignos. Hasta la forma de caminar es extraña, como si en realidad estuvieran dormidos, ni hablar de cuando se los mata, la forma en que caen. Todo lo contrario a lo que se veían en aquella época y que es llamativa hasta el día de hoy.
Hay otra cosa llamativa (y que comparte con las otras dos películas de la trilogía del infierno que son Pánico en la ciudad de los muertos vivos y La casa cercana al cementerio) que es esa mirada pesimista sobre el mundo sobrenatural. Fulci no era católico, de hecho estaba en contra de la religión y el final de El más Allá lo demuestra. En el vemos a los protagonistas escapar de la hecatombe zombie para ir a parar, luego de cruzar por una puerta, a una tierra derruida, donde ir para atrás y adelante es lo mismo. Pero no solo en eso sino también en la forma de ver a sus personajes, no hay salvación para ninguno, sea bueno malo o los protagonistas, una vez desatado el infierno están todos condenados así que lo único que queda es conformarse con eso porque no hay escapatoria.
El estreno de esta película fue un fracaso pero luego de la muerte de Fulci empezó a ser vista como una obra de culto. Lo es, y también es un collage de escenas shockeantes, las cuales su director filmaba con mucho placer porque sabia que el cine para el era lograr una emoción en el espectador.
Dirección: Lucio Fulci
Guión: Dardano Sacchetti
Producción: Fabrizio de Angelis
Musica: Fabio Frizzi
Con: Catriona MacColl, David Warbeck, Cinzia Monreale
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